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~ Taller de Manualidades ~

Página construida a principios de 2001 y revisada en 2011

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De las Profesoras ...


 María-Reyes Antón Maria-Reyes Antón Sastre, profesora de Educación General Básica, es una apasionada de las manualidades. Fué alumna de esta disciplina, durante algunos años en el Centro Cultural "Genaro Poza" (Obra Social) de Ibercaja, en la ciudad de Huesca (España). Dadas sus habilidades, no tardó en adquirir el compromiso de impartir clases de estas actividades a lo que actualmente constituye un nutrido grupo de alumnas de esta Ciudad. En este momento pués, y desde hace algunos años, es profesora titular en este Aula, en la que con gusto dedica muchas horas a esa actividad en la nueva ubicación del Palacio de Villahermosa de la "Obra Social de Ibercaja" (Huesca,)


 Miriam Tomé Miriam Tomé Antón, hija mayor de María Reyes, fue también alumna del Centro Cultural "Genaro Poza" de Ibercaja (hoy "Obra Social") en Huesca, y en ocasiones, también impartió clases de manualidades a escolares. Sus aficiones artísticas, están claramente significadas en estas manualidades, destacando un marcado interés por las muñecas, aunque no por ello, deja a un lado el trabajo en mobiliarios. El dibujo artístico es otra atracción, mostrando también inquietudes en la talla de la madera. Su juventud, le propicia para recorrer geografías en la búsqueda de muñecas antiguas, consiguiendo las más de las veces alguna que otra ganga. Luego, vendrá la dura labor de recuperar el estado original de esa pieza.

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Del Mobiliario ...

 Cónsola de estilo Isabelino Las disciplinas que enseñan en ese Centro, son múltiples y Maria Reyes domina unas cuantas de ellas. Quizás, la restauración de muebles antiguos, es a la que más tiempo ha dedicado. La búsqueda de este mobiliario, es toda una experiencia. En otro tiempo, a estos muebles antiguos (y no tan antiguos), no se les concecía valor alguno; pero en los momentos actuales, con unas buenas técnicas de restauración, todos son rescatables y aprovechables. En las fotografías adjuntas, se puede apreciar el valor de una buena restauración. Fueron piezas "casi inaprovechables", que tras unas cuantas horas de trabajo (a veces muchísimas), ingenio, dedicación y buena técnica, han permitido actualizar su valor estético y acrecentar el económico también.

La habilidad y la constancia, son cualidades muy útiles para restaurar; sin olvidar que una buena documentación facilita la labor, ya que en esta práctica, se debe ser respetuoso con el estilo de la pieza que se trabaja. Como es lógico, la restauración exige un método de trabajo, es decir, de unas reglas que deben de estar presentes en el buen hacer, para así poder obtener los resultados apetecidos.


 Detalle de la marquetería de una cónsola  Cómoda Isabelina

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De las muñecas ...


 Muñeca de gran tamaño El trabajo de taller, con las muñecas, ofrece la oportunidad de dirigirlo hacia dos opciones: la Confección de muñecas, y la Restauración de las mismas.

Por lo que respecta a la Confección, necesitaremos de ciertas herramientas y recursos; la herramienta más precisa, es el horno de cocción para elaborar la porcelana dentro de los moldes correspondientes. Con este procedimiento, lograremos fabricar muñecas originales (según nuestros propios gustos) y también auténticas réplicas. La imagen adjunta, muestra una muñeca restaurada, de grandes proporciones, sentada en una trona que también fué recuperada. A la muñeca se le ha vestido con unas auténticas "ropas de bautizar" a los bebés casi recién nacidos (faldón y gorro genuinos) de mediados del siglo XX.



 La "Mariquita Pérez" El otro procedimiento de trabajo restaurador de muñecas, requiere como medida previa, la obtención de un ejemplar (no necesariamente antiguo, puesto que puede tratarse de pieza contemporánea) que precise una reparación; y además, de una documentación lo más completa posible con la que logremos la rehabilitación más exacta que se pueda. Las muñecas antiguas, habitualmente procedentes de talleres de prestigio, tienen troquelado en la parte de la nuca, a modo de una referencia, de unos dígitos o logotipo, que garantizan su origen. Resulta de gran utilidad descifrar esos caracteres o gráficos, a fin de localizar la información de ese ejemplar, y como siempre en restauración, proceder a la reparación más fiel al original. Existen libros (algo difíciles de encontrar en según que provincias y que habitualmente son caros) muy ilustrados, que resuelven a la perfección las dudas que surjan en el momento de catalogar el material. Su consulta pués, es imprescindible para hacer un trabajo serio. La imagen que acompaña a este texto, es la de la prestigiosa Mariquita Pérez, muñeca muy conocida en los años 48 - 50, con un cierto valor sentimental y económico. Hoy se considera pieza indispensable de todo coleccionismo que se precie.


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 Distintos estilos de muñecas Una vez nos hayamos iniciado en este sorprendente mundo de la restauración de muñecas, tendremos la oportunidad de asombrarnos con la cantidad y variedad de piezas que existen. Se clasifican no solo por su aspecto, tamaño, mecanismos, fábrica, etc., ... sino también por algo que resulta más definitivo: el material de construcción. Sin duda, el más noble es la porcelana; muy delicada en su manipulación. Este material, es además, el que proporciona más ocasiones de restaurar, precisamente debido a su fragilidad. Al lado, un fragmento de una vitrina conteniendo una variedad de muñecas, con distintos aspectos y materiales.




 Otro grupo. "La Mariquita Pérez" entre ellas. La parte más delicada de trabajar, es la cabeza. Aquí radica la personalidad de nuestra muñeca. El fabricante sabe que la sensibilidad de la muñeca está concentrada aquí y procura darle la expresión que a él le interesa. Ojos, cara, boca, pelo ... , todo eso debidamente armonizado, es lo que va a distinguir a una muñeca de otra; no precisamente su tamaño, vestimenta o mecanismos especiales que realmente son secundarios. Donde encontraremos el verdadero "sello" de nuestra muñeca, será en el rostro.


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 La muñeca más grande de mi colección Mucha menos importancia respecto de la cabeza (como hemos visto ya) tienen las restantes partes del cuerpo de una muñeca. Aquí, hay para todos los gustos. Cuerpos únicamente de trapo, de madera y de materiales muy diversos. Extremidades articuladas por diferentes mecanismos que, les permiten andar, gesticular, ... y en estos últimos años, hacer cualquier cosa. La imaginación, no tiene límites. El mundo de las niñas, está pletórico de muñecas capaces de hacer de todo. Pero, el encanto de las antiguas, es difícil de superar por mucha técnica que venga. Lo realmente artístico (sin quitar méritos a nadie), radica en el trabajo manual de aquellos años, en los que el fabricante era capaz de transmitir algo de sí mismo junto con el trabajo que ofrecía.

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De otras actividades ...


 Cabecero de cama Muchas y distintas son las actividades de un Taller de Manualidades; tantas, como objetos de decoración y de uso doméstico (después de una más o menos laboriosa labor de restauración) puedan tener cabida en una vivienda, sin olvidar la cantidad de utensilios antiguos que ya no tienen uso actualmente, pero que pueden servir de decoración en casas de campo, bodegas, buhardillas, etc., ... .

En otras ocasiones, se tratará de replicar estilos, y previa documentación gráfica (cosa altamente recomendable para mantener la pureza y no caer en la chabacanería), se emprenderá la labor de creación artesanal de cualquier pieza. El ejemplo gráfico que nos acompaña, es el cabecero de una cama de diseño propio, lacada y policromada al óleo, que pretende ajustarse a los estilos predominantes del siglo XVI. La componen: tablero, medallón, copete, guirnaldas y un ribete dorado a mano. Todo ello, fué confeccionado manualmente de un modo riguroso.

 Detalle de un icono aumentado a más del doble. Otras veces, no son piezas de uso diario lo que nos ocupa, sino objetos méramente de decoración, pero que igualmente exigen una dedicación y esfuerzo notables. En el caso de los iconos, es la meticulosidad y el detalle, quienes requieren la mayor atención por parte de su creador. Es necesario, de todo punto, conocer las técnicas de colores y otras habilidades (saber dibujar, por ejemplo) para obtener un resultado aceptable. La fotografía que ilustra, es la ampliación de un detalle de un icono de pequeño tamaño (15 x 20 cm.), cuyo modelo fué tomado de una revista especializada en arte e iconografía. El proceso de su elaboración necesitó de un estucado previo de la tabla, para a continuación aplicarle una base de rojo inglés. Posteriormente, el trabajo se llevó a cabo mediante técnicas de dorado al agua y policromado al óleo.

Pero no siempre el trabajo es crear elementos nuevos o restaurar los viejos.  Un cuadro, cuya tela ha sido envejecida Una obra reciente, puede adquirir ese aspecto tan noble, señorial y austero, que hasta condicione un influjo reverencial. Se trata de las técnicas de envejecimiento. Con estos procedimientos, se consigue lo ya dicho: que los elementos de decoración y los muebles de confección actual, tenga el aspecto de los del pasado. Quizá, donde más se pueda imprimir esa condición, sea en los cuadros. Su contemplación después del envejecimiento, logra generalmente que el espectador tenga la sensación de hallarse ante una obra muy lejana en el tiempo. La técnica es sencilla, y está al alcance de cualquiera. Si acaso, el toque personal (como siempre) será el que decida el resultado final. Aquí, es más prudente no pasarse, pues luego difícilmente habría remedio.

 Labor de "Petit Point" enmarcada Algunas de las actividades de un taller de manualidades, no tienen que ver nada con las labores de restauración. Ni son muebles, ni son antiguos, ni son utensilios, pero si que son de nueva creación. Un ejemplo, es la labor de punto. Más concretamente el conocido como "petit point". Técnica muy antigua como todas las labores de punto, pero que gracias a los patrones más contemporáneos, permiten actualizar el trabajo, aproximándolo a nuestras generaciones, menos adiestradas en estos menesteres. A pesar de la modernización del método de trabajo, no por ello se ve mermada la vistosidad del resultado final. Existen patrones de todos los colores y gustos, los materiales no son excesivamente caros, no hace falta taller para nada, pues se puede trabajar cómodamente en el sillón del cuarto de estar, ... y el final, resulta gratificante. Hay quien incluso, a esta actividad, le atribuye propiedades terapéuticas, tales como ser relajante del sistema nervioso. ¿Qué le parece? ...... ¿Se puede dar más ?.

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